LA FUENTE DEL RECUERDO

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lunes, 28 de junio de 2010

SEGUIR O DESERTAR..HE AHÍ LA CUESTIÓN...




DESERCIÓN ESTUDIANTIL EN LA EDUCACION SUPERIOR EN COLOMBIA.....................

El referente más antiguo que tiene relación con la deserción estudiantil en Colombia, data de 1969, con base en un estudio de un grupo de investigadores auspiciados por la Universidad Nacional de Colombia, que evidenció que éste problema se puede definir y está ligado al hecho de que el número de estudiantes matriculados en la Universidad Nacional no siga la trayectoria normal de su carrera, bien sea por retirarse de ella, o por demorar más tiempo que el previsto en finalizarla, es decir, por repetir cursos.


Los análisis de la deserción estudiantil en la educación superior en Colombia, señalan, que éste es un fenómeno polivalente, donde intervienen factores familiares, individuales propios del sector, económicos y sociales. Desde el ámbito individual, inciden dos variables para el diagnóstico, los cuales tiene que ver con factores asociados a procesos psicológicos y académicos. El factor psicológico involucra entonces, la baja autoestima; la suma de un consumismo cultural, intelectual y social que inciden de forma directa creando una inactividad y pasividad frente a la toma de decisiones personales y frente a lo que les ocurre; los hábitos de estudio; la tolerancia y la persistencia frente a la frustración; las expectativas y los valores personales frente a la academia y a la sociedad; el modelo de estilo cognitivo que es desconocido para ello y aún para los docentes; la baja reflexión y la mentalidad carente de critica; el autoconocimiento, la edad, la tendencia de resistencia a la autoridad, y las expectativas al egresar.

Aunque la literatura al respecto es un tanto escasa, algunos referentes de investigaciones juiciosas dan el marco de comprensión de tema. Jorge Enrique Rodríguez Roa definió cuatro tipos de deserción estudiantil: a) deserción o mortalidad estudiantil absoluta, es el número de estudiantes que por causas académicas u otras causas se retiran de la Universidad; b) deserción o mortalidad estudiantil relativa, como la proporción entre los estudiantes que se retiran y el total de los matriculados; c) deserción académica absoluta, es el número de estudiantes que no pasan el semestre académico siguiente a aquel en el cual están matriculados, ya sea por que se retiraron de la universidad o por que perdieron cursos y no alcanzaron a acumular el total de créditos requeridos para avanzar al siguiente semestre; y d) deserción académica relativa, la relación entre el número de estudiantes que no pasen al semestre académico siguiente, respecto del total de matriculados en cualquier semestre académico.

En la presente década (2004) se llevó a cabo la primera gran medición del fenómeno de la deserción en el sistema de educación superior del país. La realizó el Ministerio de Educación Nacional, que contrató para tal fin al Centro de Estudios de Desarrollo Económico, CEDE, de la Universidad de los Andes. Es a la fecha, el más completo estudio sobre abandono universitario en Colombia.

Este seguimiento tuvo la mayor cobertura, tanto en número de estudiantes (2.200.000) como en el de universidades (todas las Instituciones de Educación Superior, IES, en el país) y buscó caracterizar el fenómeno. La metodología permitió medir los principales indicadores de todos los estudiantes matriculados en el nivel de pregrado, desde primer semestre de 1998 hasta el segundo semestre del 2007 en universidades e instituciones tecnológicas y técnicas, tanto públicas como privadas. De ahí en adelante, las cifras se han ido actualizando hasta el primer semestre del 2009 y actualmente se hace seguimiento a más de 2.500.000 estudiantes.


El Estudio arrojó, entre otros resultados, que la deserción en la educación superior en Colombia fluctúa entre el 45 y 50 por ciento. Lo anterior, y teniendo en cuenta que la tasa bruta de matrícula en las IES es del 35,5 por ciento actualmente, quiere decir que de cada 100 colombianos, 35 ingresan a la universidad y de estos, entre 16 y 17 no concluyen sus estudios en este nivel.

Teniendo en cuenta esta valoración, de acuerdo con el estudio, los estudiantes clasificados con Icfes altos presentan la deserción más baja, con un 35 por ciento. En contraste, en los que registraron resultados bajos en el examen de Estado, la tasa de abandono llega al 70 por ciento.

Respecto a la causa económica, el estudio mostró que esta “discrimina” menos que la razón académica. Entonces, por ejemplo, la tasa deserción promedio en una persona con altos ingresos es del 40 por ciento, mientras que esta tasa para un estudiantes de bajos ingresos es del 60 por ciento. Al comparar a un estudiante con altos ingresos y uno con bajos ingresos con un alto Icfes, la diferencia no supera los 5 puntos porcentuales. Igual tendencia se ve si se coteja el perfil de dos personas de origen diferente, pero con un resultado bajo en el examen de Estado.

Por género, las estadísticas muestran que el abandono estudiantil en las universidades afecta principalmente al hombre. De acuerdo con los resultados del estudio, las mujeres tienen menos riesgo de abandonar.

En cuanto a la naturaleza de las instituciones de educación superior, se establece que la deserción es mayor en las instituciones de tipo privado que en las públicas, aunque, en el último tiempo, según lo revela el estudio, los niveles tienden a nivelarse. Indica que es necesario tener en cuenta que la mayor ampliación de cobertura de los últimos 8 años se ha focalizado en el sistema público.

Por áreas del conocimiento, la deserción es superior en las áreas como Ingeniería y Arquitectura. En contraste, el menor abandono estudiantil se registra en ciencias de la salud, debido, en gran medida, a que los estudiantes que estudian carreras, como medicina, tienen un alto examen de Estado. En adición, se encontró que los estudiantes de estas áreas son muy motivados”.

Otra cifra mostró que el momento en el que se presenta mayor deserción es al comienzo de los programas. El 37 por ciento del total de desertores de las instituciones lo hace en el primer semestre y más de la mitad de quienes abandonan se ha ido en los tres primeros semestres. Es sorprendente y se deben prender las alarmas, frente al hecho de que la mayoría de los muchachos se va, no por recursos, sino por falta de capacidad académica, siendo la segunda causa descubierta, la económica y la tercera por factores relacionados con problemas en el ámbito familiar.

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