LA POESÍA
Viene silenciosa e infinita
sin prisa, desnuda a plena luz del día
sin ataduras, libre, arco iris de la vida.
Sutil y coqueta se acerca
reclinada en mi hombro, se posa.
Sinfonía suave que al oído musita
historias de guerreros ajenos, sin rostro
anónimos cautivos de
quimeras y utopías.
En el vaivén de sus palabras me asilo
paraíso de asombros y fantasías,
paisajes cálidos de amantes furtivos,
nostalgia de corazones heridos.
horizontes de sueños vertidos en escombros
sonámbulos sombríos que deambulan
arrastrando pesadas cadenas
alucinante universo del baladí consumismo.
De su fuego abrazador me dejo invadir
ella, silenciosa e infinita
me convoca al beso eterno
del verso escondido en los pliegues del corazón.