POR: FABIO RODRÍGUEZ MIRANDA
El Foro se desarrollo a partir de 7 ejes temáticos: 1.- Salud mental en el sistema de aseguramiento; 2 .- Salud mental y política farmacéutica; 3.- Salud mental y conflicto armado; 4.- Salud mental una experiencia de vida; 5.- Salud mental en el marco internacional; 6.- Sustancias Psicoactivas y salud mental en Colombia; Salud mental Con-tacto y talento.
Más que un proceso de ponencias sobre los temas estudiados, se destacó la reflexión desde ángulos diversos del problema y desde las distintas miradas de los actores involucrados en el problema: gobierno, organismos internacionales (Organización Mundial de la Salud, Organización Panamericana de la Salud, Médicos sin Fronteras, Organización Internacional para las Migraciones), cuidadanos y fundaciones pacientes y familiares de personas con patologías específicas y los laboratorios de medicamentos, y la especial ausencia de las Entidades Prestadoras de Salud (EPS). Mientras se publican las Memorias del evento, es bueno reflexionar sobre los aspectos centrales del debate.
EL GOBIERNO NACIONAL: TODO LO SE NADA LO PUEDO
Lamentable la posición del Ejecutivo Nacional en el certámen. Desde la oratoria un poco acomodada a cifras y estadísticas frías sobre la dimensíon del problema, queda la sensación, después de escuchar al Dr. Aldemar Parra Jefe de la Dirección Nacional de Salud Pública y la Dr Álvaro Muriel Sub-Director Técnico de la CRES (Comisión Nacional de Regulación de Salud) de que el problema de salud mental en Colombia está circunscrito y ha sido objeto de estudios importantes del Gobierno Nacional a saber: Estudio de caracterización de la salud mental 1995; Estudio de Política de Salud mental en Colombia 1998. Estudio Nacional de Salud Mental en Colombia 2005. Todo ello para que los funcionarios acudan a señalar que las cifras son la alarmantes y que ellos están profundamente preocupados, por la dimensión del problema: 4 de cada 10 colombianos con propensión alta a problemas de depresión; el 19.3% de la población padece de ansiedad crónica; el 15% sufre de afecciones recurrentes al estado de ánimo 10.6% de la población tránsita los laberintos de las sustancias psicoativas, marcando un incremento desmesurado en el nivel de edad de consumo y de género, que involucra a niños desde los doce años en adelante y una tasa cada vez más imporante de mujeres adolescentes en el uso de estas sustancias y de alcoho; y el 17% con afecciones de trastorno afectivo. Esto coloca la país en la senda de ser el 3 país del mundo con las cifras más altas después de Ucrania y de Estados Unidos.
En senda de la acción gubernamental, solo hay actos de buena voluntad, pero en realidad la unica acción tiene que ver con la tención de urgencias expuestas al tenor de la Ley 100 de 1993. La función de Estado en este aspecto, lamentablemente, transita un espacio reglamentarista y de control sin acción eficaz sobre la problemática. El relación con la atención, ya se dijo que solo se circunscribe a manejar las urgencias, procurar la estabilización del paciente y nada más. Todo desde la acción de las EPS, con las falencias características de un modelo que propende por la rentabilidad en contravía de la salud eficaz. Asi las consultas son de 20 minutos, sin dar lugar al médico para abordar la patología con los canones profesionales y científicos que los protocolos internacionales exigen. En torno a la medicación, el mismo Dr. Muriel reconoce que se usan medicamentos de la década de los años 60, como el haloperidol. Ello como consecuencia de una desactualización de la tabla de la Ley 100 y de la falta de compromiso de las EPS, quienes en reciente debate público sobre el tema, de forma perversa, señalaban que un “enfermo mental ni se muere ni se cura solo produce gastos”.
Daré el beneficio de la duda, en aras de la objetividad sobre este aspecto, tanto al Dr. Muriel como al Dr. Aldemar Parra, con quienes tuve ocasión de compartir la mesa del amuerzo, para señalar que la opinión de ellos, frente a mi preocupación por la total ausencia de acciones gubernamentales en esta materia, es contraria. Así ellos destacan que ya se viene perfilando una acción encaminada a especializar al cuerpo médico, particularmente, al médico general, sobre afrontamiento de estas patologías. Así mismo, el Dr. Parra, me comentaba la experiencia que se ha venido generando en el Dpto. de Caqueta con redes de población vulnerada y vulnerable para hacer equipos de acompañamiento orientados por redes gubernamentales. Y en el caso del Dr Muriel, con quien comparto su visión filosófica de que: “estos aspectos deben estar orientados, avalados, y mentalizados por el humanismo, más allá de otra connotación, es decir es una actividad dirigida al ser humano”, se comprometía hacer la revisión de la tabla de medicamentos POS para incluir algunos de mayor eficacia.
La incidencia recurrente en opinión de los funcionarios públicos para desalentar una proyección de mecanismos en este aspecto y desde la órbita del Estado, se centra el la carencia de recursos económicos, que imposibilita una acción coherente, planificada y con indicadores de logros. La plata del presupuesto nacional es pírrica en comparación a las necesidades de la población.
Llama poderosamente la atención, la intervención que en el Foro hizo el Director Nacional de Estupefacientes, para asombrarse de la forma como en Colombia se esta consumiendo sustanticias de síntesis altamente lesivas a la salud de la población. Con exhaustivos análisis de composición, población, género, edad, sectores, etc se recreaba intentado mostrar que el Gobierno se las sabe todas, y entonces flota en el ambiente una pregunta, si saben todo eso, cuando vendrán las políticas de Estado para acabar con el mal, o solo nos quedamos observando como se derumba el país, anque se derrumbe con serios estudios que me imagino han costado varios
Tal vez en este tema gubernamental, se ve una dinámica diferente en Bogotá. El Dr. Herman Redondo Director de Desarrollo de la Secretaria de Salud Distrital, mostró las acciones puntuales a través de programas y el desarrollo de centros especializados para este tipo de patologías. Mas de 12 centros que se han abierto para atención de paso y de urgencia en distintos sectores de la ciudad. Con programas de acompañamiento cultural, terapeútico y social. Señalando que la filosofia del Distrito en este tema esta fundada en dos columnas: la normativa del artículo 192 de la Constitución Nacional y la visión positiva de la salud mental en contravia a la visión negativa de costo-beneficio.